Si estás resfriada y embarazada, es normal que te surjan muchas dudas sobre qué puedes o no hacer y qué tipo de medicamentos son compatibles con la salud de tu bebé. No te preocupes, es normal, estás es un momento muy delicado (y especial) de tu vida, pero existen varias soluciones a tu alcance.
Lo primero es mantener la calma. Aunque te sientas fatal, ten en cuenta que un resfriado no es el fin del mundo y que es muy probable que pase pronto y que no vaya a más. Lo peor de los resfriados es que son muy molestos y no te permiten hacer frente a tu vida con normalidad. Si a eso sumamos las molestias derivadas del propio embarazo… no es un plato de gusto para nadie.
En cualquier caso, no pierdas la clama, porque aquí te vamos a dar algunas claves para que te sientas mucho mejor.
Cómo aliviar el resfriado durante el embarazo
Si tienes un resfriado durante el embarazo, sigue nuestras indicaciones para sobrellevarlo de la mejor manera posible, a saber:
Acude al médico
Tu facultativo es el único que puede recetarte los medicamentos que necesitas. Evita consumir medicamentos indiscriminadamente.
Toma frutas y verduras
Especialmente importantes son aquellos alimentos ricos en vitamina C, como la naranja o el kiwi.
Bebe mucha agua
El agua depura tu organismo y fortalece tu nivel de minerales. Evita las bebidas cafeinadas y azucaradas.
Duerme
El descanso es fundamental para que tu organismo se recupere y vuelva a estar en pleno funcionamiento.
Haz inhalaciones de vapor
Este remedio ancestral es muy útil y totalmente sano. No olvides echar unas hojas de eucalipto a la olla.
Toma mucho te
El té tiene muchas propiedades curativas. Puedes añadirle miel para suavizar la garganta.
Haz gárgaras
Recuerda añadir sal al agua. Es una manera de reducir el número de bacterias de tu garganta. Añadir un poco de vinagre también vale.
Date un baño
Sobre todo si tienes fiebre, servirá para bajar tu temperatura corporal.
El único medicamento que podrías tomar es paracetamol (no aspirina) aunque te recomendamos que consultes con tu médico antes de hacerlo. Si tienes un seguro médico privado y necesitas que te vea un especialista no dudes en hacerlo, pues es quien mejor te puede aconsejar y las citas suelen dispensarse con celeridad en este tipo de sanidad privada.
Otra cosa: recuerda que, por muy mal que te sientas, tu bebé no sufrirá ningún daño, así que, toca aguantar y… ¡recuperarse!