El sol y sus rayos forman parte de los elementos que más daño causan en nuestra piel. Es por eso que, saber protegerse adecuadamente de ellos y mantener a raya la peligrosidad que poseen resulta primordial a la hora de combatirlos.
En los últimos años se han incrementado los casos de cáncer de piel, pero hay otros problemas, a priori menores, que pueden causar a la larga preocupaciones mucho mayores, como insolaciones o quemaduras.
A continuación exponemos unos cuantos consejos para evitar el sufrimiento que una exposición solar nos puede causar:
TIEMPO Y HORARIO
Evitar las horas centrales del día, justo cuando el sol calienta más y sus rayos están más cerca de nosotros es primordial. Evitar estas franjas horarias, entre las 12 y las 16 horas aproximadamente, y en la medida de lo posible una exposición muy prolongada.
Así mismo, en determinadas circunstancias hay que tener especial cuidado: cuanta mayor altura, la cercanía al sol hace que sus rayos infrinjan una mayor violencia sobre nuestro cuerpo, por lo que el riesgo de quemaduras es mayor. En el agua, por ejemplo, el rayo solar es capaz de penetrar hasta un metro bajo la superficie, por lo que hay que tener especial cuidado.
NIÑOS
Exponer a niños menores de tres años al sol es muy peligroso. Su cuerpo y piel aún no están habituados y no poseen la defensa necesaria para combatir la ferocidad de los rayos, por lo que es aconsejable cubrirles la cabeza con gorros, y utilizar cremas de factor elevado contra el sol. (Más información aquí)
PROTECCION SOLAR
Tan importante como echarse protección solar es saber elegir la correcta para cada tipo de piel, así como su grado de intensidad: hay que elegir uno dependiendo de la edad, zona del cuerpo a aplicar o cantidad y potencia de exposición. La aplicación de estos ungüentos ha de ser de manera generosa, y treinta minutos antes de la exposición completa al sol, y ser renovada después de cada baño y/o cada dos horas como máximo.
Esta protección ha de hacerse incluso en días nublados, ya que los rayos UV traspasan las nubes y llegan hasta nosotros, y manteniendo especial atención a zonas especialmente sensibles del cuerpo: cara, axilas, pies… Para los labios es aconsejable utilizar protector en barras fotoprotectoras, y para el cabello productos específicos para ello.
ROPA Y COMPLEMENTOS
Es importante proteger la piel de su contacto directo con los rayos solares; es por eso que se aconseja la utilización de ropa, gafas de sol homologadas y que filtren al menos un 90 por ciento de la radiación ultravioleta. Utilizar gorros y sombreros para cubrir la cabeza ayudará a evitar la extrema exposición de los rayos directamente.
MEDICACION
Si se está tomando medicación, tener especial cuidado con ella y fijarse en la posibilidad de incrementar la sensibilidad cutánea.
Tomando estas precauciones, podremos evitar un mal mayor en todo lo referente a los problemas que el sol y la exposición al mismo nos puede causar en nuestro cuerpo. Hay que vigilar cualquier tipo de cambio en una mancha en la piel o la formación de pecas y lunares, así como tomar todos los consejos aquí dados de manera responsable, para así, poder disfrutar del sol de manera eficaz e inocua.
Para más información sobre la protección de la piel contra los rayos del sol os aconsejamos el siguiente video:
El mundo del bebé 